miércoles, noviembre 30

¡¡¡Escúchame!!!


Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a darme consejos, no has hecho lo que te he pedido.
Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme por qué no tendría que sentirme así, no respetas mis sentimientos.
Cuando te pido que me escuches y tú sientes el deber de hacer algo para resolver mi problema, no respondes a mis necesidades.
¡¡¡Escúchame!!!
Todo lo que que te pido es que me escuches, no que hables o que hagas.
Sólo que me escuches.
Aconsejar es fácil.
Pero yo no soy un incapaz.
Quizás esté desanimado o en dificultad, pero no soy un inútil.
Cuando tú haces por mí lo que yo mismo podría hacer y no necesito, no haces más que contribuir a mi inseguridad, pero cuando aceptas, simplemente, que lo que siento me pertenece, aunque sea irracional, entonces no tengo que intentar hacértelo entender, sino empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.

(R. O'Donnell )

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