Aerosmith - Crazy

Algunas veces te sientes loco, capaz de cualquier cosa, a veces encuentras cosas que no esperas, donde menos te lo esperas, en el momento mas inoportuno posible.

Hace calor, much0 calor, los dos tenemos ganas, deseos irrefrenables, el calor hace que nuestros cuerpos brillen. Parecemos dos dioses que van a obrar un milagro. Pense en algo para quitarte el calor, te tiendo en la cama mientras te quito lentamente tu camisón, la tela se desliza por tu cuerpo, ninguno desea tener nada entre nuestros cuerpos que no sea el aire que expulsan nuestros pulmones mientras jadeabamos.

Acerco mi mano a tus ojos y te los cierro dulcemente, susurro un espera mientras me encamino corriendo a la nevera, silenciosamente la abro mientras recojo lo que necesito. Me acerquo poco a poco hacia tu cuerpo mientras susurro tiernas palabras. Recojo el frio polar para acercarlo dulcemente a tu cuello, el calor que desprende tu cuerpo hace que se transformase en gotas de agua que van cayendo lentamente por tu cuello hasta formar un gota que circula por tu pecho, una gota que continua su camino poco a poco entre tus pechos, ayudada por mi aliento. Tu sonries, intentas moverte pero no te dejo. Siguiendo su camino el agua pasa por tu canalillo acercandose a la hendidura en la mitad de tu cuerpo. Empujada por un ligero viento producido por mi boca, llega dubitativa hasta cerca del abismo para caer poco despues. Das un respingo al sentir el frio liquido profundizar en tu caliente cuerpo. Te mantengo quieta de nuevo.
Acerco el frio a la dulce fresa que es tu boca, empezando a deshacerse el hielo y cayendo en tus entreabiertos labios, pongo lo que queda de hielo en mi boca y te beso profundamente, una, dos, tres veces hasta que el calor vuelve otra vez entre nuestras bocas. Los dos queremos mas, pero me contengo... apenas.

Otro pedazo de hielo llega hasta escasos milimetros de tus pechos, caen casi imperceptibles gotas en las aureolas de tus pezones y poco a poco, con la lengua, uno cada gota hasta humedecerlos. Ya señalan al techo cuando empiezo a chuparlos poco a poco. Te los atrapo con los labios y tiro suavemente.

Cada vez quedan menos pedazos de frio polar para evitar que nos derritamos, acaricio tus piernas mientras las abro, sientes mi respiración por tus rodillas, tus mulos, el interior de tus piernas... justo cuando esperas que ya no aguante mas, sientes una gota mojar tu breve vello acariciando el exterior de tus otros labios, con la punta de la lengua hago que el agua no penetre en la hendidura, las gotas siguen cayendo y yo sigo apartandolas, las gotas acarician la parte mas sensible de tu cuerpo y mi lengua acaricia esa parte para no apague el fuego que arde dentro de ti. El hielo se acaba y yo hundo profundamente mi lengua dentro de ti, acaricio cada centimentro de ti, desde dentro hacia fuera, de abajo a arriba. Te estremes una y otra vez hasta que recojo tus piernas exponiendo totalmente tu fuego y hundo mi cara comiendo la dulce miel, hidromiel: el alimento de los dioses.

Para todas las bellas mujeres de pelo oscuro y ojos claros que conozco. Gracias.