jueves, noviembre 8

Cap: 753. Infidelidades, cuernos y demas

Prueba Infidelidad 40 Principales.

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Ya que tenemos para divertirnos (sin pensarlo, si lo pensamos seguro que no nos hace gracia) la broma más famosa de los 40 principales de los últimos tiempos, vamos/voy a reflexionar sobre la infidelidad de una forma que todavía no hice por este blog: No la voy a condenar como siempre, ni nada parecido, sino que la trataré desde el punto de vista de la comprensión.

Hay situaciones que nos sobrepasan y necesitamos algo mas. Por ejemplo: Un miembro de una familia (sea hombre y mujer) se siente superado por las responsabilidades de tener un niño, las complicaciones del trabajo y dar el cariño necesario a su pareja. Debido a que necesita desconectar de ese apartado de su vida necesita a otra persona fuera de ese otro ambiente, un amante. Estoy en contra de los cuernos, ya lo sabéis todos, pero vamos a seguir pensando. Si esa persona no desconectase de esa forma, quizá la relación se rompería definitivamente, y ese “respiro” quizá facilitaría evadirse durante un corto periodo de tiempo hasta que todo se normalizara y volviera con su pareja. La pega está en estar al lado de una persona que no soporta demasiada presión al lado de su pareja, pero ese seria otro debate.

Yo creo que los cuernos son cuernos, así de sencillo. Si tú engañas a tu pareja por cualquier razón sigues engañándola, no hay circunstancias atenuantes. Cada cual tiene la opción de volver, perdonar o separarse de esa persona. Sobre esa actitud tengo la misma teoría que cualquier actividad sexual: Si te gusta, volverás a hacerlo o desearlo. Si te gusta hacerlo con hombres da igual que te cases con una mujer, si te excitan los niños pase lo que pase te seguirán excitando, si eres infiel con tu pareja por una determinada actitud o situación cuando las circunstancias se repitan volverás de nuevo a ser infiel. Durante gran parte de nuestras vidas vamos haciendo círculos, ciclos vitales, hasta que termina nuestro tiempo en el planeta.

¿Es lícito engañar a alguien porque te sientes agobiado para después volver? ¿es licito engañar a alguien simplemente porque se te ponga a tiro como sucede en la radio? ¿hay circunstancias atenuantes en los cuernos?

3 comentarios:

Krisalys dijo...

Yo creo que hay dos razones para poner los cuernos: la primera es la persona que simplemente le gusta ser infiel y lo hará de por vida, y no cambiará hasta que quiera hacerlo. Y la segunda razón es la persona que los pone por que en su relación ya se rompió algo que no se ha dado cuenta al 100 y que ha logrado que exista un vacío o un hueco por llenar y si llega alguien y lo llena pues cae en esa "tentación". En este caso lo correcto sería darte cuenta del problema, terminar la relación y después buscar a alguien, pero hay ocasiones en las que ni siquiera se es consciente de que se tiene el problema, y se entra a otra relación sin estar conscientes, de lo que en realidad sucede...
Pero bueno, este tema da para varios posts.
En lo personal, opino que si estás bien con alguien y no eres de los que ponen los cuernos por adicción, pues así llegue la mujer o el hombre de tus sueños á tu vida difícilmente serás infiel, sí lo voltearás a ver, pero nada más... Y para estar bien con alguien, se necesita madurez y capacidad de amar a esa persona con virtudes y defectos, siendo conscientes de que estás por voluntad a su lado y por un compromiso que hiciste en primer lugar contigo y luego con la pareja.
Un beso y un abrazo!

Centrífugo dijo...

Puf! Qué tema... y yo que apenas acabo de colocar un "Mujeres fuertes bis bis" en mi blog (sí malvado Dios Pagano, me ganaste en la respuesta, jeje). En efecto el tema da para mucho y también encuentro distintos perfiles dentro del "infiel". El patológico, el inmaduro, el del vacío emocional, el liberal... Pero ya lo abordaremos en su momento.

Un abrazo y un brindis por las mujeres fuertes! eah!

Joven inconformista dijo...

Hey! Qué audios más buenos, no los había escuchado nunca. Me los he puesto del tirón, enganchan demasiado para dejarlos perder.
Tu reflexión me gusta. En mi opinión, la cosa está en que por la razón que sea, hay personas más promiscuas que otras; hay que comprenderlo y respetarlo (después que cada uno haga lo que quiera). Lo malo es que muchas veces no nos damos cuenta de ello hasta que estamos viviendo con esas personas, que es lo que les ha ocurrido a estas dos mozas.
Buff, si te pones a pensarlo, sobre el temita se pueden sacar no posts, sino libros bien gruesos y con varios tomos.
Un abrazote y buen fin de semana! ;)