miércoles, diciembre 10

Cap: 927. Pirateria, 2: Copia este post.

-Oye ¿me lo puedes volver a explicar?

-¿Otra vez? eres algo durito de mollera ¿eh?

-Es que a ratos parece que lo tengo, pero cuanto más pienso se me vuelve a escapar.

-Entonces lo que no tienes que hacer es pensar demasiado. Si es muy fácil, verás, supongamos que voy y compro una obra.

-¡Ja! esa es buena, tú comprando algo, si por no pagar hasta dependes del wifi del vecino.

-Es un supuesto ¿vale? un ejemplo. Imagina que la compro ¿vale? se da entonces una contradicción, pues no queda claro si compro la obra o sólo el soporte en la que esta viene.

-¿Y eso?

-Imagina que compro un videojuego, o una película, algo que venga en un disco. Estoy comprando la obra pero dependo del soporte, de que éste funcione. Imagina que se me rompe el disco. Imagina la cara que pondrían en la tienda si llegara con el disco roto para que me dieran otro en condiciones.

-Hombre, si sale defectuoso...

-Si sale defectuoso, o si me da la gana romperlo o si lo pierdo, eso a ellos ni les va ni les viene. Si lo que he comprado es la obra deben volvérmela a dar, pues por culpa del soporte con la que la imponen ya no puedo acceder a ella.

-Tiene sentido, te sigo.

-Por eso, la Constitución y las leyes contemplan el derecho a la copia privada, porque como las multinacionales diseñan los soportes para que fallen y obligarte a seguir comprando, uno tiene derecho a hacer copias de seguridad de la obra que ha comprado.

-Vale, tiene sentido también.

-Pero ojo que ahí también nos la meten doblada, porque eres tú mismo el que has de buscarte la vida para hacerte la copia privada, así te terminas comprando grabadoras, equipos más potentes...a seguir comprando, en definitiva. Lo que deberían hacer es darte las copias de seguridad ya cuando adquieres las obras, eso deberían hacer.

-¿Por el mismo precio?

-Por el mismo o más bajo todavía, ya llegaremos a eso. Así pues tengo mis copias privadas ¿vale? que por cosas de la técnica la tengo en un directorio del ordenador, Y como la obra es mía y hago lo que me da la gana con ella, me da la gana compartirla con un amigo.

-Esta si que es buena ¡pero si tú no tienes amigos!

-Llámalos colegas, llamalos conocidos, llámalos conectados. El caso es que hay un amigo ahí afuera con el que yo quiero compartir mi obra, y como da la casualidad de que tengo una copia privada en el ordenador, la pongo a su disposición con un programa de intercambio de archivos de amigo a amigo.

-El eMule, vaya.

-El eMule o cualquier otro, como los torrentes o subirlos a sitios de descarga directa.

-Me sorprendes ¿has aprendido a subir torrentes o te has suscrito a un rapidshare de esos?

-Te repito que son supuestos, déjame continúar. Lo que importa es que al final le he pasado a mi amigo la obra que compré, ahora es suya y es libre de hacer con ella lo quiera él también.

-Pero al dársela no desaparece de tu ordenador, tú todavía la tienes también.

-Eso es un fallo del programa. O no. Representa que conservo alguna de las copias de seguridad que hice cuando era el propietario de la obra. Y casi que la conservo, pues sólo le he dado una copia a mi amigo y no sé si él sabrá hacerse sus copias de seguridad, y es posible que algún día vuelva a necesitarla, de manera que la sigo dejando en el mismo directorio. Por si acaso ¿comprendes?

-Vale, pero no hace falta que me pegues codazos ¿qué te pasa en el ojo?

-Nada, nada. Ahora has de verlo como un proceso simultáneo, que cuando accedo a la red...

-...del vecino...

-...estoy compartiendo mis obras con mis amigos, y al mismo tiempo ellos me están pasando otras obras.

-¿Los mismos amigos?

-Los mismos u otros, no lo sé, no me fijo.

-¿Son tus amigos y no sabes a quién se lo das o de dónde te lo dan?

-El concepto de amistad en la Red es así, filántropo. Haz el bien y no mires a quién. Y no debes ser tan cuadriculado, debes intentar visualizarlo todo como una serie de impulsos electromagnéticos que circulan por el éter, y que al ser captados por dispositivos electrónicos se transforman en combinaciones de ceros y unos que los aparatos interpretan como ciertos elementos audiovisuales. No es más que eso. Impulsos y éter.

-Y discos duros llenos.

-Y así se consigue que la cultura circule de forma libre, sin imposiciones mercantilistas. Copias privadas de un amigo a otro ¿lo pillas? ¿para qué vas a comprarlo tú también si tienes un amigo que te lo presta? es como cuando le prestas un libro a alguien.

-Con la diferencia de que casi siempre que dejo un libro a un amigo suelo perderlos a ambos.

-¿Ves? mejor me lo pones.

-Pero veo que esto depende mucho de tener buena conexión a Internet y eso. Si a mi me interesa algo tuyo ¿no sería más práctico que me lo grabes y lo recojo en persona?

-Hombre, pero sólo si no es mucho, que ahora mismo voy mal de discos...

-No, hombre, que te los pago, tranquilo.

-¡Uy, no! ¡eso no se puede, es ilegal! si hay dinero de por medio hay lucro, y esto es desinteresado. Oye, que yo no soy un pirata como los de las mantas ¿por qué me tomas?¿llevas algún micrófono oculto?

-Vale, perdona ¿entonces no puedo pagártelos? al menos pásame el Photoshop nuevo, en disco o por la Red, que lo necesito para unas cosas.

-No, no, el Photoshop no puede pasarse.

-Pero si a ti te lo...

-ssshhhtttt...¡Que no! Que hay leyes contra piratear software ¿te enteras?

-Pero si hablamos de ceros y unos por el éter...

-Sí, anda. Que no, que esto es otra cosa, esto es privativo, no es cultura. A lo que tenemos derecho libre es a la cultura.

-¿Y el último episodio americano de Lost sí es cultura?

-Si estás muy enganchado sí. Además practicas idiomas y lees subtítulos.

-Vale, ya pillo el concepto. Todos tenemos acceso a todo.

-Exacto.

-Menos al software comercial.

-Por supuestísimo, cof cof.

-Pero con tantas copias privadas circulando entre los amigos ¿qué beneficio sacan de todo eso los creadores originales? porque de vender veinte mil copias a vender doscientas el margen debe ser distinto...

-Oye, a mi me parece que a ti lo que te pasa es que tienes una vena creativa y la oscura intención de vivir un día de ella ¿eh? mucho ojito con eso. En fin, te lo vuelvo a explicar. Esta gente nos saca el dinero por muchísimos sitios. En primer lugar por la compra de la obra original.

-La que genera al principio las copias privadas que circulan entre los amigos.

-Exacto, la que yo he comprado en el ejemplo.

-¿Pero tú has comprado una alguna vez?

-¡Por supuesto! sin ir más lejos hace dos Navidades regalé un CD de Julio Iglesias a mi madre.

-Ya me acuerdo, que estaba en la caja de saldos de Carrefour, y como tenía una grieta en la caja (que creo que hiciste tú adrede) pediste que te lo rebajasen un poco más. Aquello fue tan chungo que luego no quisieron envolvértelo para regalo.

-Pero bien que aceptaron mi dinero ¿verdad? pues tacita a tacita así tiene el hombre su chalecito en Miami. Los compradores de obras originales todavía somos muchos, demasiados.

-Pero ¿y cuando ves los estrenos de cine en esa calidad tan mala con señores levantándose y el sonido penoso?¿eso es también la copia privada que ha comprado un amigo?

-No lo sé, no se lo he preguntado, pero si lo tiene para prestármelo supongo que sí ¿o no te fías de mis amigos?

-Tú los conoces mejor que yo, supongo.

-Pero los malvados creadores aún sacan más por otro lado. Por el canon.

-Temida palabra.

-Escupo sobre ella. Esto es el colmo del cinismo. Resulta que las empresas que mercadean con bienes culturales estiman que, porque los amigos se pasen copias privadas, ellos dejan de percibir ingresos, y no han parado hasta forzar a todos los partidos políticos a aprobar un impuesto injusto. Cada CD, teléfono móvil, reproductor de MP3...todo aparato susceptible de contener o generar copias privadas ve gravado su precio por una cantidad abusiva e injusta que va a parar a una sociedad con ánimo de lucro que no rinde cuentas de sus acciones ¿puedes creerlo? ¿es injusto o no?

-Tal como lo explicas es casi ilegal, diría yo.

-Casi, tú lo has dicho, lo sería si no fuera porque hay una ley. Pero lo peor de todo es que no se conforman con eso, sino que cada vez que me pasan una copia privada de las películas del videoclub, lo primero que me sale es un anuncio de que está prohibida su reproducción ¡oye, que bien que pago el canon cada vez! ¡ya vale de llamarme delincuente!

-A mi me pasa eso cuando conduzco, tantas señales de prohibido circular por aquí, prohibido aparcar allá. Tengo la sensación de que me llaman infractor.

-Eh...no te estás choteando de mi ¿verdad? es que es muy fuerte que asuman que todos los DVDs que me compro, por ejemplo, sean para copias privadas que me pasan los amigos.

-Y tanto, pueden contener, pues...pues otras cosas, desde luego. Aunque la última remesa de DVDs que te ha llegado ha sido de 200 ¿no? son bastantes.

-Sí, salen mejor los gastos de envío con más cantidad, y así tiro algunos meses.

-Vienen del sitio aquel británico ¿no? que sale más barato.

-Exacto, porque allí no pasan por el aro sacadineros. Y no te he contado todavía de dónde sacan pasta de verdad los creadores.

-¿Todavía más? ilumíname ¿de dónde?

-De los conciertos. Tocando en vivo, sin digitalizaciones ni tráfico de discos por medio. Del artista al consumidor sin intermediarios. Arte en vivo, en estado puro ¿lo captas?

-Capto, sí.

-Pues de ahí se sacan el pellizco de cada entrada, más el merchandasing, las consumiciones en el recinto, que no son nada baratas.

-Ah, sí, de eso recuerdo que me dijiste algo, que el precio de las palomitas era abusivo y que por ley podíamos entrar comida de fuera.

-No, entonces hablaba del cine cuando no hay más remedio que ir. Lo de los conciertos es diferente, aquí se consume con gusto, se está saboreando el momento único e irrepetible, el artista comparte una velada con su público, esto no está envasado.

-Todavía tienes al primo que trabaja en el polideportivo que te cuela ¿no?

-No en todos los que quisiera, no te creas. Ahí, ahí esta el negocio, en el arte en vivo. Todo lo demás son modelos de negocio caducos y el intercambio de copias privadas deben verlo sencillamente como una forma de difusión, como publicidad gratuita que les estamos haciendo ¡y encima sin cobrarles!

-Con los de la música lo puedo entender, pero ¿qué sucede entonces con las películas y las series de televisión? ¿deberían hacer representaciones en teatros?

-Pues...pues ellos sabrán, oye, que nosotros no estamos para sacarles las castañas del fuego, si quieren seguir viviendo de ello que espabilen. Maneras de rentabilizarlo existen, supongo yo. Pues que las busquen. Eso, que las busquen. Aunque lo de los teatros suena bien, se volvería a la esencia, a la interpretación.

-Pero si todas las que ves son de efectos especiales ¿te imaginas la próxima de Star Wars en un teatro?

-Uhm, no demos ideas a Lucas, que es capaz de reestrenar así las trilogías. Pero vamos a lo que vamos ¿te ha quedado todo claro esta vez?

-Creo que sí, la cultura libre es cultura y es libre, Y todos tenemos derecho a acceder a la cultura.

Desde: http://blog.adlo.es/

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ay que decirlo mas, este tecsto deberia estar en todas las escuelas

mithras dijo...

Gepeta: Di que si, por todas partes.

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

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