Con una vela magníficamente decorada que vino desde Valencia como un regalo de navidad atrasado me ilumina en una noche como hoy que por circunstancias del trabajo no podemos estar uno al lado del otro. Nuestra primera noche, como bien dices, que no podemos decirnos las miles de palabras que necesitamos decirnos.
Una noche de trabajo en el banco para que todo el mundo tenga su nomina en los próximos días y también que la letra de la hipoteca muerda un buen pedazo de la cuenta corriente.
Pídeme lo que quieras que tu dios favorito hará lo imposible para que lo tengas, y claro que espero que no me tengas que pedir nada, intentare ofrecerte todo lo que tu quieras sin que tengas que abrir esa jugosa boca,.te echo de menos, ya quedan menos horas para poder sentirte cerca, de un madrileño a una valenciana: pongamos que hablo de Madrid. Idem.
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