Besos en la oscuridad

Con los ojos cerrados te busco, he pasado demasiado tiempo sin ti, sin acariciar tus labios y tu cuerpo, mi nariz choca despacio contra la tuya encontrándote después de echarte tanto de menos.

Mi lengua llega hasta tus labios, te los acaricio, pasa de un extremo a otro, dibujo lentamente tu boca, desde una comisura a otra, siguiendo perfectamente su forma sin dejar ni un solo recoveco de ellos sin examinar, sin abandonar tu piel un solo instante, una y otra vez, abriendo tu boca me vas dejando hacer, poco a poco, poco a poco… dejas como mi lengua vaya abriendo tu boca, la breve abertura de la que apenas salía un breve aliento, ahora se ha transformado en una boca que me desea, que se abre a mi, a mi pasión, a mi amor, tu lengua sale para encontrarse con la mía, lentamente, tímida, las dos se unen brevemente, empieza el juego.

Nos perseguimos mutuamente, uno a la otro en el exterior de nuestras bocas, nos transformamos en nuestras lenguas, nosotros no existimos solo nuestras bocas, nuestros labios, nuestras lenguas, el tiempo se detiene, y a la vez se hace interminable, el segundo parece un siglo y el siglo parece un instante, mientras la saliva empieza a fluir en nuestros labios, nuestros labios jugosos, que parece que poco a poco van creciendo, se hacen mas grandes, mas deseables.

Paro de besarte y de nuevo un centímetro nos separa, ahora eres tú la que toma la iniciativa, la que me invita con tu lengua a un nuevo encuentro, de nuevo nuestras lenguas se besan, de nuevo nuestras lenguas se acarician, de nuevo nuestras lenguas se aman, los dos con los ojos cerrados, los dos sintiendo cada centímetro de nuestra piel, cada centímetro de nuestro cuerpo a través de nuestros labios, de nuestras lenguas.

Empezamos a acelerar el ritmo, nuestro corazón palpita primero con ansiedad, después con deseo, ahora galopa pidiendo mas contacto, pidiendo amarnos como nos amamos la ultima vez.. Nuestras lenguas se mueven con frenesí, sin cuidado, sin esperar, buscando la boca del otro, introduciéndose dentro, revisando cada centímetro de nuestro interior, chocando la una con la otra, estamos tan unidos, tan dentro el uno del otro, que nosotros dos nos transformamos en uno solo, y ese uno se encuentra detenido en el tiempo porque este instante para nosotros es único, porque nosotros somos únicos.

Pasan de las cinco de la mañana, los dos nos hemos despertado a la vez en la oscuridad de la madrugada, los dos lamentamos que nos tenemos que separar, volveremos a ser dos, la comunión que se ha formado entre los dos se difumina al tenerme que ir a la ducha, a vestirme, a empezar un día sin ti, a echarte de menos de nuevo, hasta el próximo día que los dos nos sintamos cerca, hasta que de nuevo los dos pensemos el uno en el otro y a pesar de estar tan cerca el uno del otro, queramos unirnos de nuevo.